Psicología & Psicoterapia

Cómo pedir perdón de manera sincera, clara y efectiva

Compartir

Acercarnos íntimamente a otro supone exponernos a herir y ser heridos. Al mismo tiempo que nos abrimos a los beneficios de la conexión humana, nos acercamos también a la posibilidad de herir a otros o de que nos hagan daño.

El perdón es por tanto algo que está presente en todas las relaciones humanas. Qué es, cómo se produce y qué papel juega en nuestra vida, ha sido un tema poco estudiado por la psicología hasta las últimas décadas.

Las investigaciones señalan por una parte que saber pedir perdón es una herramienta clave a la hora de tener relaciones que crecen y maduran con el tiempo. Por otra parte sugieren que la mayoría de nosotros somos bastante torpes a la hora de reconocer nuestros errores y pedir perdón.

Pedir perdón

¿Por qué nos cuesta pedir perdón?

Entre otros factores, nuestra capacidad para reconocer nuestros errores (grandes o pequeños) está relacionada con los modelos que hemos recibido en nuestra propia familia y entorno. Nuestros padres y otras figuras relevantes, mucho antes de que pudiéramos entender lo que significaba equivocarnos, fueron modelos de cómo reconocer los propios errores y cómo repararlos o resolverlos.

Te puede ayudar hacerte las siguientes preguntas: ¿Tus padres alguna vez te pidieron perdón a ti o a otros ante sus errores? ¿Cómo reaccionaba tu entorno ante tus equivocaciones o tus limitaciones? Tras una discusión, ¿cómo se zanjaba el tema? Estas primeras experiencias son relevantes puesto que sembraron la semilla de lo que a día de hoy es tu capacidad para pedir perdón.  

Pedir perdón es un arte:

¿Te ha pasado que alguien te ha pedido perdón pero tienes la sensación de que algo falta? Suele ser que o bien no ha entendido realmente qué es lo que te ha hecho daño, o bien tienes la sensación de que en el futuro es posible que se repita la misma situación.

Lo mismo ocurre cuando somos nosotros los que nos hemos equivocado. Estos tres sencillos pasos son necesarios y no nos podemos saltar ninguno si queremos que nuestras disculpas sean realmente efectivas.

A continuación te presento una estructura que te puede ayudar a la hora de pedir perdón de manera sincera, clara y efectiva:

Pedir perdón

3 pasos para pedir perdón:

  1. Entiendo por qué te he hecho daño.
  2. ¿Cómo puedo repararte o reparar el daño?
  3. Te doy el tiempo que necesites
  • 1. «Entiendo por qué te he hecho daño». Transmitir que entiendes por qué tus acciones han hecho daño, fastidiado, incomodado o preocupado al otro y como lo entiendes y validas sus sentimientos y te olvidas de la palabra SI.
  • Siento haberte ofendido.
  • Siento haberme olvidado de tu fiesta sorpresa.
  • Siento haberte dejado tirado.

En vez de…

  • Siento si esto te ha ofendido
  • Siento si te ha molestado que no haya ido a tu fiesta
  • Siento si sientes que te he dejado tirado.

La diferencia es que en el primer caso, asumes la responsabilidad de que deberías haber hecho las cosas de forma distinta y aceptas la responsabilidad de que tu comportamiento ha afectado negativamente en el otro. En el segundo caso realmente nos quitamos la responsabilidad y se la ponemos al otro, dejando que se sienta incomprendido y frustrado.

  • 2. ¿Cómo puedo repararte o reparar el daño? Repara lo que has hecho si es posible. Si no sabes por dónde empezar, puedes pedirle ayuda a la persona a la que le pides perdón.

¿Puedes hacer algo para reparar el daño causado? ¿Hay algo que esté en tu mano que cambie, mitigue o interrumpa las consecuencias negativas que has podido causar con tus acciones? Una manera sencilla de expresarlo puede ser:

“Siento mucho haberte dejado tirado, sé lo mucho que te hubiera ayudado que yo estuviera allí. ¿Hay alguna manera en la que pueda compensarte? ¿Necesitas más ayuda con este tema en los próximos días?”

“Siento mucho haber llegado tarde a esta celebración de tus amigos, no planifiqué lo suficiente. ¿Sería bueno que hable con la organizadora de la fiesta para pedirle perdón personalmente? ¿Te gustaría que le mande unas flores para disculparme?”

La investigación muestra que las acciones de reparación son el factor que más peso tiene en la restauración de la confianza en las relaciones humanas tras un conflicto. Reparar nuestros errores es el segundo paso pero el más importante a la hora de reconstruir el vínculo y transmitirle al otro que nos importa.

  • 3. Te doy el tiempo que necesites.

Ten paciencia y no metas prisa. Lo normal es que la otra persona necesite un tiempo para curarse y volver a sentir confianza. Esto no sólo no es malo (aunque todos preferiríamos una respuesta afectuosa inmediata) si no que es necesario para garantizar que vuestra relación vuelva a ser honesta y el daño se limpie. Tan difícil es pedir perdón como perdonar. Permitir al otro estar enfadado contigo durante un tiempo si lo necesita y respetar el tiempo y el espacio que necesite es parte de la reparación.

¿Te ha resultado útil este artículo? Si quieres recibir estos artículos de manera automática quincenalmente, suscríbete al blog en esta página.

Compartir

2 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Otros post relacionados...

¿Quieres saber cómo la psicología puede ayudarte en tu día a día?

Apúntate para recibir información útil, invitaciones a talleres y cursos y más.