Aunque todavía es pronto para saberlo a ciencia cierta, empiezo a intuir que, de mis tres hijos, los dos que ya empiezan a ser personitas “humanas”, son diferentes en una cuestión muy fundamental. La tercera de momento es una incógnita.
Uno de ellos es (creo y de momento) extrovertido de libro: social hasta el extremo, lleno de energía, deseoso de estar rodeado de gente siempre, ningún plan es suficiente. Mi hijo extrovertido descansa en contacto con otros, hablando, interaccionando con otros y con el mundo. Esa es su salsa.
El otro es (creo y de momento) más bien introvertido. Le gusta estar con otros niños, juega, disfruta, interactúa…y llega un momento en el que necesita recargar pilas estando en silencio, jugando a algo él solo, pintando, leyendo, jugando con la arena…Cualquier actividad que le permita estar un poco a solas con su mundo interior.
Me imagino hablando con ellos, cuando sean un poco más mayores, de que hay dos tipos de personas: las que tienden a la extroversión y las que tienden a la introversión. Y que está bien ser cualquiera de las dos. Que todos vamos fluctuando entre un extremo y otro, pero que al final, cada uno de nosotros tendemos por pura biología y desarrollo psicosocial, hacia un lado u otro del continuo.
En este mundo que idolatra a quien habla mucho, fuerte y quiere ser protagonista, qué importante es que todos, pero sobre todo quienes tienen una naturaleza introvertida y están aprendiendo a comprender el mundo, sepamos algunas cosas sobre lo que significa ser introvertido:
Un rasgo de personalidad genéticamente predispuesto:
La introversión y la extroversión son rasgos de personalidad y tienen al menos un 50% de base genética. Como con cualquier otro rasgo de personalidad el papel de la educación familiar y resto de escenarios de socialización del niño, moldean esta predisposición.
Las investigaciones han identificado que en realidad estamos hablando de dos cerebros ligera pero relevantemente diferentes:
- La bioquímica de un cerebro introvertido se diferencia ligeramente de la bioquímica de una persona extrovertida. La cantidad de flujo sanguíneo y los caminos neuronales por donde transita esta sangre es diferente en ambos casos. En el caso de los introvertidos, parece que la cantidad de sangre es mayor, lo que indica mayor actividad cerebral endógena.
- Además, parece que otra clave que diferencia el cerebro de ambos está en los neurotransmisores que transportan y a los que reaccionan ambos: la dopamina en el caso de los extrovertidos y la acetilcolina en el caso de los introvertidos.
Estas diferencias, simplificando mucho, hacen que una persona introvertida no necesite tanta estimulación externa como una persona extrovertida y, de hecho, puede sentir malestar si la estimulación externa es demasiado intensa o prolongada en el tiempo. También esto explica por qué ambos tipos de personas organizan su tiempo y gastan su energía de maneras ligera o no tan ligeramente diferentes.
También por esta razón, una persona introvertida puede confundirse con una persona tímida o insegura:
- Quizá a veces se mantenga en un segundo plano en conversaciones en grupo
- Prefiera conversaciones profundas y tranquilas (y teme las conversaciones de ascensor)
- Prefiera un encuentro con amigos de siempre a eventos multitudinarios
- Necesite descansar entre varios eventos sociales (aunque se lo esté pasando fenomenal en ellos)
- En el caso de los niños, es posible que sean niños que se vuelvan irritables si no pueden descansar entre actividades para recargar pilas
Que sea una preferencia no quiere decir que una persona introvertida no pueda actuar de manera extrovertida y disfrutar mucho. Lo que significa es que llegará un momento en el que necesitará descansar para recargar. Hay grandes artistas, cantantes, actores, presidentes del gobierno que son introvertidos reconocidos. No es una cuestión de incapacidad, es una cuestión de preferencia.
Algunos mitos sobre la extroversión y la introversión:
1. Ser extrovertido es preferible a ser introvertido
Es posible que estemos de acuerdo en que en esta sociedad parece que fuera mejor ser extrovertido que ser introvertido. Se suele asociar el hecho de ser extrovertido a ser:
- Seguro de sí mismo
- Disfrutón
- Divertido
- Buen amigo
- Alegre…
- Fuerte
Aunque no siempre, ser introvertido se asocia con las características contrarias a las de arriba.
Y en el mundo adulto, ser extrovertido se asocia en el imaginario colectivo a otras características:
- Ser exitoso profesionalmente
- Ser mejor líder
- Tener mejores ideas
De hecho, no hay ninguna relación entre este rasgo de personalidad y las anteriores listas. En este libro maravilloso, Susan Cain habla de manera entretenida y fundamentada acerca de cómo estas asunciones son erróneas.
2. Ser introvertido es lo mismo que ser tímido
Las personas introvertidas no son tímidas, o no necesariamente. Hay personas introvertidas que no son nada tímidas. No sienten vergüenza ni inseguridad al relacionarse con los demás en ambientes sociales o profesionales. Las personas extrovertidas a veces sí son tímidas y experimentan muchos de estos sentimientos (inseguridad, ansiedad, nervios, preocupación sobre lo que los demás están pensando sobre ellos).
La timidez tiene que ver con la preocupación ante lo que los demás puedan pensar de ti y a la resistencia a mostrarse ante otros. La introversión es una manera de procesar el mundo y la información. Es una manera concreta de funcionamiento cerebral.
Por tanto, se puede ser:
- Extrovertido + tímido
- Extrovertido y no tímido
- Introvertido + tímido
- Introvertido y no tímido
3. Las personas introvertidas y las extrovertidas son tan distintas que no encajan
Yo soy claramente introvertida, aunque no lo he sabido hasta que he sido bastante mayor, por eso creo que es bueno ponerle palabras a esto. Mucha gente es introvertida y no sabe ponerle palabras a lo que siente o cree que debería intentar ser de otra manera. Mi marido es el ser más extrovertido del planeta. Muchos de mis mejores amigos son extrovertidos. No son temperamentos incompatibles, de hecho, todo lo contrario, pueden ser tremendamente complementarios. Lo importante es que cada uno se conozca lo suficiente como para saber cómo cuidarse. También el respeto y la aceptación de cómo es el otro.
4. Si eres introvertido y te esfuerzas mucho, te conviertes en extrovertido
Como cualquier rasgo marcado por la genética, hay margen para que su expresión varíe en función de la estimulación que reciba. Sin embargo, una persona introvertida podrá desarrollar la capacidad de actuar de manera extrovertida en diferentes espacios de su vida, pero no cambiará su configuración cerebral ni su inclinación natural.
Y lo más importante: no hace falta convertirte en lo que no eres. Por que realmente, ninguna de las dos es mejor a la otra. Ambas tienen fortalezas y puntos débiles. Ambas aportan cosas valiosas y necesarias en las familias, los grupos de amigos, las empresas y la sociedad. Ambas pueden vivir vidas plenas y llenas de sentido. Y ambas tienen que aceptar y aprender de quienes son distintos a ellos.
2 comentarios
El problema es que los introvertidos sufrimos muchos rechazo por no adecuarnos a las ideas extrovertidas. Por ejemplo sumen que si no te comportas como extrovertido.es porque «no eres tú mismo» o si eres más silencioso es porque «te da vergüenza» no se plantean la posibilidad de que puedo no decir nada porque no quiero, porque paso de hablar por hablar o simplemente porque prefiero escucharles.
Desde pequeña me endosaron miles de supuestos problemas por no socializar como un extrovertido, si lo hacía pero de forma más lenta y también más profunda, no me aceptaban por mi misma, eran incapaces de verme por mí, decidian por mi sin tenerme en cuenta, acabó en años de bullying por encasillarme en la idea de ser diferente.
Todo eso me ha creado muchos problemas, no se inseguridad, sino de buscar hacer mis ideas gusten o no, una intensa frustración por falta dr aceptación social en la que encasillan una y otra vez, no por mi misma sino por las ideas que me endosan. Porque cuando no lo hacen dejo huella a quienes si me aceptan por mi. Y yo paso de aparentar nada que no soy, o me aceptan por mi misma o no les hago ni caso. Introvertida, sí, pero con fuerte personalidad.
Muchas gracias por tu comentario y por compartir tu experiencia. Creo que pones ejemplos clarísimos sobre las ideas falsas que hay sobre lo que supone ser introvertido. Me alegro mucho de que hayas podido comprenderte e integrar tu singularidad de esa manera. ¡Un abrazo!